El Centro de Estudios del Coaching (CEC) ha dado a conocer una serie de consejos para controlar nuestros miedos de forma más eficaz. “Las personas tendemos a acrecentar nuestros miedos, convirtiendo temores medios en insuperables. Así que cuando nos enfrentamos a ellos han alcanzado tal magnitud que nos sentimos desbordados y sin herramientas para superarlos”, afirma Luis Llorente, colaborador del CEC.
Las seis pistas que proponen para controlar el miedo son las siguientes:
- Racionalizarlo es domesticarlo. Sentimos, sobre todo, miedo a lo desconocido, a lo que ignoramos. Y cuando esa parcela oscura pasa por el tamiz de la razón, pierde gran parte de su elemento atemorizador y perturbador. El miedo abstracto se transforma en una amenaza definida y corpórea, susceptible de ser medida y analizada con el objeto de determinar la mejor forma de abordarla.
- El miedo humano es superable. La reacción emocional que nos provoca el miedo es perturbadora, incómoda y, a veces, muy difícil de gestionar. Pero las personas disponemos de herramientas de las que no disponen otros animales que padecen el miedo de forma puramente instintiva. Los humanos somos capaces de trascender el proceso bioquímico del miedo y realizar un proceso cognitivo en torno a él partiendo del lenguaje. Esto nos coloca en un mucho mejor punto de partida para procesar nuestros miedos y superarlos.
- Cada vez que te expones a la amenaza y no la confrontas el miedo crece. Ignorar aquello que nos produce pavor y mirar hacia otro lado puede ser reconfortante en el corto plazo pero tiene un efecto rebote realmente pernicioso. La próxima vez que nos enfrentemos a ese mismo peligro, viviremos un miedo reforzado, que ha crecido a costa de nuestras pasadas derrotas, con lo que nos sentiremos un poco más vulnerables que antes. Mejor sumergirse, aunque sea solo un poco en ese miedo, y revisar lo que pensamos y sentimos al acercarnos a él.
- El miedo es tu aliado. Si hoy estás aquí leyendo este texto es gracias al miedo. Él te ha mantenido a salvo todo este tiempo, aunque en ocasiones se le haya ido la mano con tanta alarma. Acepta tus miedos y sácales partido. Existe una relación probada entre el miedo y la eficiencia, de acuerdo a la cual un nivel óptimo de miedo consigue mejorar sustancialmente nuestro rendimiento.
- Exponerte poco a poco. Asómate a esos peligros (reales o imaginarios) que te atemorizan de forma gradual, yendo de menos a más. Las terapias de choque a la hora de abordar el miedo solo valen para provocar situaciones incómodas de las que nuestras fobias salgan aún más fuertes. Así que utiliza un acercamiento gradual y planificado, con aproximaciones sucesivas, que permitan ir habituándose a lo que nos resulta molesto. 6. Ayuda para superarlo. En ocasiones es necesario contar con ayuda para caminar hacia delante y para atravesar con plena conciencia el proceso que conlleva esta emoción tan contradictoria. Dada su orientación práctica, el Coaching suele reportar buenos resultados en esta área. También se recomiendan otras prácticas como el mindfulness, la meditación, la relajación profunda o la risoterapia, que estimulan la aparición de nuevos horizontes y promueven el autoconocimiento.