El síndrome de burnout no ocurre de la noche a la mañana; es un proceso que pasa por diferentes etapas.
- Compulsión de demostrar nuestro valor: La necesidad de sobresalir y demostrar que somos competentes.
- Trabajar más duro: Sentimos que tenemos que esforzarnos aún más, lo que nos lleva a trabajar en exceso.
- Descuidar las necesidades personales: Se comienza a ignorar aspectos importantes de la vida, como la alimentación, el descanso y las relaciones personales.
- Desplazamiento del conflicto: Se intenta negar o reprimir problemas que surgen en el trabajo o en la vida personal.
- Revisión de valores: El trabajo se convierte en la prioridad absoluta, dejando de lado otros aspectos de la vida.
- Negación de los problemas emergentes: Se minimizan los problemas que ya están apareciendo, como el estrés o la fatiga.
- Abstinencia: La persona se aísla socialmente y puede comenzar a recurrir a la automedicación.
- Cambios de comportamiento extraños: Comienzan a notarse actitudes o comportamientos inusuales, como cambios en el estado de ánimo o aislamiento.
- Despersonalización: La incapacidad de conectar con los demás o con las propias emociones.
- Vacío interior: Un sentimiento constante de insatisfacción o vacío.
- Depresión: La persona comienza a sentirse completamente abrumada, desesperanzada y sin motivación.
- Síndrome de burnout: Se llega a un estado de agotamiento total que afecta todos los aspectos de la vida.
Signos tempranos del burnout
El burnout puede comenzar de forma sutil, y es importante reconocer los primeros síntomas para evitar que progrese:
- Falta de energía: Sensación de agotamiento constante, incluso después de descansar.
- Distancia mental del trabajo: Evasión, procrastinación, irritabilidad y falta de concentración.
- Reducción de la eficacia: Desinterés por el trabajo y dificultades para cumplir tareas o colaborar con colegas.
Las 5 etapas del agotamiento laboral
Según investigaciones de la Universidad Estatal de Winona, el agotamiento laboral puede simplificarse en cinco etapas:
- Luna de miel: Estás emocionado con tu trabajo, te sientes motivado y creativo.
- Acto de equilibrio: El trabajo sigue siendo satisfactorio, pero comienzas a sentir ciertos niveles de estrés y cansancio.
- Síntomas de estrés crónico: Te sientes estresado la mayor parte del tiempo, y el trabajo empieza a ser una carga.
- Agotamiento: El cansancio físico y mental afecta tu rendimiento y te sientes cada vez más desconectado del trabajo.
- Enredo: El agotamiento se convierte en tu estado normal, pudiendo derivar en ansiedad o depresión.
Consecuencias del burnout
Si no se trata, el burnout puede tener efectos graves en la salud física y mental:
- Burnout leve: Menor satisfacción laboral, agotamiento mental y físico, y tensión en las relaciones laborales.
- Burnout severo: Enfermedades crónicas, sistema inmunológico debilitado, e incluso abandonar la fuerza laboral por completo.
Cómo gestionar el burnout
Para prevenir y tratar el burnout, es crucial reconocer estas etapas tempranas y adoptar un enfoque proactivo: establecer límites, cuidar de la salud física y mental, y pedir ayuda cuando sea necesario.
Si quieres profundizar en este tema, revisa el Especial: Agotamiento Laboral y Burnout
A continuación podrás revisar todos los artículos de este especial:
- ¿Qué es el síndrome de burnout?
- 15 señales y 3 tipos burnout en el trabajo
- Causas y factores de riesgo del Síndrome de Burnout
- 10 formas de manejar el síndrome de burnout en el trabajo
- Las 12 etapas del síndrome de burnout en el trabajo
- Descubre si estás experimentando el síndrome de burnout relacionado con el trabajo