Es tener consciencia que la vida es una oportunidad, con momentos buenos, no tan buenos, no tan malos y malos, aceptar estos grados es el primer paso hacia una vida saludable y creativa.
Las experiencias de todo tipo nos ayudan a crecer, los fracasos son considerados como la mejor forma de aprender y de lograr cambios. Una vida llena de experiencias contribuye a desarrollar la creatividad.
En este contexto, saludable va más allá del concepto tradicional de salud, que comúnmente relacionamos con una dolencia causada por una enfermedad o accidente. De acuerdo a la OMS la salud es «Un estado de completo bienestar físico, mental y social, y no la simple ausencia de la enfermedad»*
Una vida saludable es preventiva, se focaliza en encontrar un equilibrio entre las necesidades internas de cada individuo con su medio ambiente. Es una comprensión consciente y profunda sobre la calidad de cada una de nuestras acciones diarias, tanto en su contenido, forma e impacto. Es tener una actitud reflexiva sobre todos los ámbitos, desde lo intelectual, emocional y fisiológico, es decir, pensar sobre qué necesitamos aprender, hasta cómo tenemos que descansar y alimentarnos, todo esto es fundamental para tener una vida saludable.
En Bonne Santé lo llamamos los 5 pilares clave del bienestar, cada uno de ellos interconectados entre sí, porque cuando se daña la salud, física, afecta la salud mental, y cuando ésta se daña, afecta la salud física, no se puede mejorar una sin abordar la otra, el equilibrio en cada uno de los pilares nos permite estar en un estado completo de bienestar.
¿ Y por qué una vida creativa?
La vida no es un problema a resolver, sino una realidad a experimentar”.- Soren Kierkegaard
Al comprender que la vida es una oportunidad, nos predispone a buscar nuevas soluciones usando la creatividad, activando una serie de habilidades que combinadas construyen posibles respuestas para superar los obstáculos que se presentan, transformándolos en desafíos, cuando vemos en las situaciones más beneficios, esto nos genera menos ansiedad, avanzamos a un estado de bienestar.
Para ello, debemos saber con claridad quiénes somos y qué queremos realmente. Sin sentir la presión de otros estilos de vida, que muchas veces no tienen ninguna relación con nuestros valores y propósito.
No se trata de satisfacer las expectativas de otros, es simplemente ser nosotros mismos aprovechando al máximo nuestras capacidades para llevar un vida plena.
En conclusión:
Una vida saludable y creativa es la capacidad continua de aprender, de cuidarnos. de ser resilientes y proactivos frente a la adversidad.
Todos estos recursos nos darán el bienestar que necesitamos para emprender de la mejor forma posible esta aventura que se nos regalaron el día que nacimos, la vida.